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Restauración de una iglesia de adobe

ARQUITECTURA, CIUDADANIA Y APRENDIZAJE

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2a VISITA TÉCNICA JUNTO CON LA COMUNIDAD Y AUTORIDADES LOCALES / / / / / /

TEMPLO NIÑO JESÚS DE VILLA ALEGRE, MAULE

20/02/2018

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CONTEXTO DEL PROYECTO

El Templo Niño Jesús de Villa Alegre en la región del Maule en Chile, es un Monumento Nacional (1979) que alberga desde 1969 los restos del reconocido naturalista, abate Juan Ignacio de Molina. Esta iglesia de adobe resultó seriamente dañada por el terremoto del 27 de febrero de 2010. Con el fin de recuperarla, el Ministerio de Obras Públicas a través de su Programa Puesta en Valor del Patrimonio, realizó una licitación pública para ejecutar el diseño de la restauración. Desde el 2011, el equipo liderado por el arquitecto Lorenzo Berg y conformado por profesionales de Chile y España, se encuentra trabajando en la restauración del Templo.

Un componente fundamental del proyecto ha sido la participación ciudadana para el levantamiento de información histórica a partir de investigación de archivos y de memoria oral. Este proceso ha sido importante además, para incorporar las inquietudes de la comunidad local y religiosa en la definición de criterios de restauración y etapas del diseño y construcción del proyecto.

AVANCES

Los trabajos abarcan un total de 2041 m2 de construcción sumando el templo principal y las obras anexas exteriores, tales como el atrio/plaza. Actualmente la obra está con un 60% de avance y se ha realizado la segunda visita técnica junto con la comunidad y autoridades locales.

El Director Regional de Arquitectura del MOP, Gustavo De la Fuente, explicó que las principales operaciones para la reconstrucción del templo son el refuerzo estructural mediante la inserción de contrafuertes de los muros norte y sur, de la cubierta y cielo de la nave central, la restitución de los corredores laterales y la reparación integral del campanario.

“Esta estructura está conformada por adobe y albañilería por eso ha habido un desafíos muy importante por parte de los ingenieros y arquitectos del proyecto para ir combinando elementos que tienen distintos comportamientos pero que hoy es posible unir y dotarlo de la resistencia necesaria para su mejor uso”, señaló De la Fuente.

Las tejas que van en la cubierta son de la zona y permitirán dar la misma imagen que tenía el templo antes de su destrucción en 2010.