Han pasado desapercibidas para la mayoría de los miles de turistas que recorren sus pedregosas escaleras, pero siempre han estado ahí, incluso mucho antes que llegaran picunches, incas y españoles. Son nada menos que formaciones de basalto, pilares más o menos verticales, con forma de prismas poligonales formadas hace millones de años por la fractura progresiva de la roca, durante eventos volcánicos, que al enfriarse quedaron como perfectas estatuillas que al ojo común, parecen haber sido talladas a mano y con esmero.

 

La formación natural de este emblemático cerro será parte del recorrido a cargo de la geóloga Mariana Cervetto para la tercera versión del evento OH! Stgo programado para los días 19 y 20 de octubre.